Construido en torno a un castillo del siglo XIII, el centro medieval de Český Krumlov, notablemente conservado, le valió el estatus de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO en 1992. Su arquitectura gótica, renacentista y barroca ha permanecido casi intacta durante más de 700 años, escapando incluso a los daños durante las guerras mundiales.