7°C / 45°F de máxima; 1°C / 34°F de mínima. Ponte capas.
Noviembre en Praga es fresco, tranquilo y atmosférico. Los árboles deshojan hojas doradas, las multitudes disminuyen y los cafés brillan a la luz de las velas. Es un mes perfecto para pasear sin el bullicio de la temporada alta. A mediados de mes comienzan los mercadillos de Navidad, que ofrecen vino caliente y regalos hechos a mano. Consejo: Mira el Reloj Astronómico justo antes de la hora para tener una vista de primera fila.
La luz del día se desvanece a las 16:30 h. Empieza a hacer turismo a las 9 de la mañana para aprovecharlo al máximo.
Muchos tranvías tienen calefacción, ideal para calentarse sobre la marcha. Siéntate junto a una ventana para ver la ciudad.
Lleva calzado impermeable. La lluvia es frecuente y los adoquines resbalan.
Los mercadillos de Navidad empiezan a finales de noviembre, pero siguen siendo tranquilos. Ve por las tardes entre semana.
Utiliza aplicaciones de viaje compartido como Bolt o Uber por la noche, más seguras y baratas que pedir un taxi en la calle.
Sí. Es tranquilo, atmosférico y asequible. Espera tiempo frío y días cortos, pero menos aglomeraciones y un encanto navideño temprano.
A veces, sobre todo a finales de mes. Lo más frecuente es que llueva o que el cielo esté gris, así que ven preparado.
Ponte capas. Un abrigo de lana, una bufanda, guantes y calzado impermeable son imprescindibles. Un paraguas también es inteligente.
Sí, empiezan a finales de noviembre. Los mercados de la Ciudad Vieja y Náměstí Míru son de los primeros en abrir.
La mayoría permanece abierta con horario normal. Los museos, castillos y lugares de interés de interior son grandes apuestas en los días fríos o lluviosos.
Sí. Los tranvías, autobuses y el metro funcionan con horarios completos. Hay menos gente que en verano.
No, es uno de los meses más baratos. Los vuelos y los hoteles suelen tener descuentos fuera de los grandes acontecimientos.